Barcelona y Madrid atrajeron a 40.000 personas extranjeras con estudios superiores en el año 2022. Las dos ciudades compiten por la captación de talento internacional. La capital catalana, a pesar de que tiene casi la mitad de habitantes (1,7 millones por 3,2 millones) fue elegida por el mismo número de extranjeros que los que optaron por la madrileña. Barcelona, además, atrae a más población inmigrante de lugares de renta alta que Madrid, 77.000 frente a 68.000.
La competencia entre las dos grandes ciudades es cada vez más intensa para la captación de talento empresarial y profesional , puesto que este se ha convertido en un valor estratégico de primer orden. Cuanta más alta sea la cualificación de los ejecutivos y profesionales de una ciudad mayores son, asimismo, sus posibilidades de innovación, de competitividad y de progreso.
Ambas ciudades atrajeron 40.000 personas con estudios superiores en el 2022
El perfil del migrante internacional cualificado que llega a Barcelona o Madrid es cada vez más variado y sus orígenes son muy diversos. Si bien en su mayoría son europeos, en los últimos años también crece mucho la población con estudios universitarios procedente de América Latina, en especial de Argentina, Colombia y Venezuela.
El gran desafío de ambas ciudades es que el talento internacional que llega a ellas no se desaproveche. Y para ello se ha de mejorar el tejido económico, tanto industrial como de servicios, para rentabilizar la incorporación de tantos profesionales bien preparados que se sienten atraídos por la calidad de vida del país. Los datos proporcionados por Eurostat, la oficina de estadística europea, señalan que España es el lugar de Europa donde hay mayor sobrecualificación para las personas trabajadoras de entre 20 y 64 años, se mire por país de nacimiento o se mire por nacionalidad. Cerca del 35% de las personas empleadas que nacieron en España están sobrecualificadas, ya que desempeñan trabajos por debajo de su preparación académica o profesional. Dicho porcentaje de sobrecualificación entre los extranjeros es del 45% entre los nacidos en otro país miembro de la UE y está por encima del 50% para los no europeos de nacimiento. Los citados datos ponen de manifiesto la necesidad de impulsar un mayor valor añadido para el tejido económico español.
Pero no solo es importante competir para captar talento internacional, sino que, además, es fundamental impulsar políticas para retener el talento local, con una mayor valoración económica y social, para evitar que los buenos profesionales y los recién titulados se marchen fuera del país en busca de mejores oportunidades. El balance, en este sentido, es muy negativo, ya que más de cien mil personas de 25 años o más y con estudios superiores emigraron al exterior en el 2022, cifra que se ha multiplicado en el 2023. Hay que vigilar que lo que se gana en talento por un lado no se pierda por otro, como sucede en la actualidad.